Trastorno del Espectro Autista (TEA): una mirada a la intervención en niños no verbales
Antes de
iniciar, nos gustaría reafirmar lo mencionado en la imagen adjunta, recordemos
que cada niño es distinto y con ello sus necesidades, por esta razón, es de
suma importancia aclarar que esta NO es una guía establecida de manera general
en la intervención de niños con TEA. Aquí abordaremos solamente algunos y posibles
aspectos a intervenir en diversas situaciones. Recordemos que una correcta
evaluación nos brinda los aspectos que requieren de intervención. Es por esta
razón que, a la vez, resulta de suma importancia conocer los hitos del
desarrollo en un niño con y sin TEA, así como lograr determinar qué aspectos se
encuentran alterados en ese niño (a) respectivamente.
Cuando nos
dirigimos a consultar el DSM-5 podemos observar que, dentro de los criterios
diagnósticos para el TEA se encuentran las deficiencias persistentes y
significativas en la comunicación e interacción social a lo largo de múltiples
contextos. Es por este motivo, y la amplia variedad de deficiencias
comunicativas que se pueden presentar, que resulta imprescindible jerarquizar
los objetivos por alcanzar. Recordemos que estos deben ser funcionales y
siempre enfocados en contenidos relevantes para el niño (a).
Primeramente,
según el grado de TEA y los resultados obtenidos en la evaluación, la
intervención debería procurar el desarrollo de la intención comunicativa,
focalizada inicialmente en las primeras razones (petición y rechazo) y
partiendo de la modalidad que el niño sepa emplear.
Una de las
propuestas de intervención planteadas en el libro de atención temprana de TEA, consiste
en instaurar actos instrumentales, que permitan incluso la regulación de los
otros, con el fin de satisfacer necesidades. Aunado a esto, se invita a la
enseñanza de gestos naturales que sirvan al niño como recursos alternativos en
función de las diversas demandas comunicativas.
Se considera que
esta enseñanza puede iniciar con aquellos gestos con función de petición,
seguidos por gestos con función de rechazo. En el caso de gestos de petición se
pueden facilitar de unos menos complejos, como guiar la mano del adulto, dar un
objeto al adulto para que ejecute una acción, hasta otros más complejos, como
pedir mediante el gesto “deme” mostrando la palma de la mano y empleando el
gesto de señalar.
Asimismo, los
sistemas alternativos y aumentativos de comunicación (SAAC) son una opción
dentro de la intervención en niños con TEA, estos resultan favorecedores ante funciones de representación y por ende, permiten llevar a cabo una comunicación de manera funcional, espontánea y generalizable. Un ejemplo de SAAC´s son el Sistema de Comunicación por
Intercambio de Imágenes (PECS) y el Sistema Pictográfico de Comunicación (SPC).
A partir de esto, muchas veces nace la pregunta de ¿Cuál SAAC debo elegir según
el usuario? Algunos aspectos que nos pueden guiar en esta decisión son:
· -Que sea de fácil portabilidad y uso.
· -Que sea compatible con la capacidad lingüística, cognitiva, sensorial y física del niño(a).
· -Que tenga facilidad de uso dentro de los
diversos ambientes o contextos.
· -Que fomente la inclusión o normalización
dentro de la sociedad, entre otras.
Por otra parte,
es importante no dejar de lado la posible necesidad de intervención sobre uno o
varios contenidos considerados prerrequisitos del lenguaje. Como se mencionó
anteriormente, un adecuado conocimiento de contenidos nos va permitir una mejor
orientación hacia el desarrollo de la intervención.
Para concluir, nos
encantaría que nunca olvidemos que estamos ante una persona y no solamente una
discapacidad o deficiencias comunicativas. Brindemos todas aquellas
herramientas necesarias para satisfacer las necesidades comunicativo-sociales
de esa persona, abramos grandes puertas a la comunicación, pero siempre tomando
en cuenta sus gustos, preferencias, necesidades reales, intereses y su
bienestar integral.
Nos gustaría saber
qué les pareció este pequeño post, leer sus opiniones y si fuese el caso, que
tema les gustaría leer próximamente.
Fuentes principales:
Libro “La intervención en atención temprana en trastornos del espectro autista”.
DSM5.
Licda. Karen Flores Marín
Terapia del lenguaje
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